La boya Frankstar Mini Wave proporciona un sólido respaldo de datos a los científicos chinos para estudiar la influencia de la corriente de Shanghái a escala global en el campo de olas.

Frankstar y el Laboratorio Clave de Oceanografía Física del Ministerio de Educación de la Universidad Oceánica de China desplegaron conjuntamente 16 sensores de oleaje en el Pacífico Noroccidental entre 2019 y 2020, obteniendo 13 594 conjuntos de valiosos datos de oleaje en las aguas correspondientes durante un máximo de 310 días. Los científicos del laboratorio analizaron minuciosamente los datos in situ observados y los utilizaron para demostrar que el flujo superficial del mar puede modificar significativamente las características de altura de las olas oceánicas. El artículo de investigación se publicó en Deep Sea Research Part I, una revista de referencia en la industria marina. Se aportan importantes datos de observación in situ.

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El artículo señala que existen teorías relativamente consolidadas a nivel mundial sobre la influencia de las corrientes oceánicas en el oleaje, respaldadas además por diversos resultados de simulaciones numéricas. Sin embargo, desde la perspectiva de las observaciones in situ, no se ha aportado evidencia suficiente y contundente para revelar el efecto de modulación de las corrientes oceánicas sobre las olas, y aún carecemos de una comprensión profunda del impacto de las corrientes oceánicas a escala global en los campos de oleaje.

Al comparar las diferencias entre el producto del modelo de oleaje WAVEWATCH III (GFS-WW3) y las alturas de ola observadas in situ por boyas de oleaje (DrWBs), se confirma, desde el punto de vista observacional, que las corrientes oceánicas pueden afectar significativamente las alturas de ola efectivas. En particular, en la extensión de la corriente de Kuroshio, en el noroeste del océano Pacífico, cuando la dirección de propagación de la ola coincide (opone) con la de la corriente superficial, la altura de ola efectiva observada in situ por las DrWBs es menor (mayor) que la simulada por GFS-WW3. Sin considerar el efecto de las corrientes oceánicas sobre el oleaje, el producto GFS-WW3 puede presentar un error de hasta un 5 % en comparación con la altura de ola efectiva observada en campo. Un análisis posterior, mediante observaciones de altimetría satelital, muestra que, salvo en zonas marítimas dominadas por oleaje (el océano oriental de bajas latitudes), el error de simulación del producto de oleaje GFS-WW3 es consistente con la proyección de las corrientes oceánicas sobre la dirección de las olas en el océano global.

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La publicación de este artículo demuestra además que las plataformas de observación oceánica nacionales y los sensores de observación representados porboya de olashan ido acercándose gradualmente hasta alcanzar el nivel internacional.

Frankstar seguirá realizando esfuerzos incansables para lanzar más y mejores plataformas y sensores de observación oceánica, ¡y lograr algo de lo que enorgullecerse!


Fecha de publicación: 31 de octubre de 2022