El dragado marino causa daños ambientales y puede tener una serie de impactos negativos en la flora y fauna marinas.
“Las lesiones físicas o la muerte por colisiones, la generación de ruido y el aumento de la turbidez son las principales formas en que el dragado puede afectar directamente a los mamíferos marinos”, afirma un artículo publicado en el ICES Journal of Marine Science.
Los efectos indirectos del dragado sobre los mamíferos marinos provienen de cambios en su entorno físico o en sus presas. Las características físicas, como la topografía, la profundidad, las olas, las corrientes de marea, el tamaño de las partículas de sedimento y las concentraciones de sedimentos en suspensión, se ven alteradas por el dragado, pero también se producen cambios de forma natural como resultado de fenómenos perturbadores como las mareas, las olas y las tormentas.
El dragado también puede tener un efecto perjudicial en las praderas marinas, provocando cambios a largo plazo en el litoral y poniendo potencialmente en riesgo a las comunidades costeras. Las praderas marinas ayudan a resistir la erosión de las playas y forman parte de los rompeolas que protegen la costa de las marejadas ciclónicas. El dragado puede exponer las praderas marinas a la obstrucción, la extracción o la destrucción.
Afortunadamente, con los datos adecuados podemos limitar los efectos negativos del dragado marino.
Los estudios han demostrado que, con los procedimientos de gestión adecuados, los efectos del dragado marino pueden limitarse al enmascaramiento del sonido, cambios de comportamiento a corto plazo y cambios en la disponibilidad de presas.
Las empresas de dragado pueden utilizar las miniboyas de oleaje de Frankstar para mejorar la seguridad y la eficiencia operativas. Los operadores pueden acceder a datos de oleaje en tiempo real recopilados por la miniboya para fundamentar las decisiones de continuar o no con las operaciones, así como a datos de presión de agua subterránea recopilados para monitorear los niveles de agua en el sitio del proyecto.
En el futuro, las empresas de dragado también podrán utilizar los equipos de detección marina de Frankstar para monitorizar la turbidez, es decir, la claridad u opacidad del agua. Las labores de dragado remueven grandes cantidades de sedimento, lo que provoca un aumento de la turbidez (opacidad) en el agua. El agua turbia es fangosa y dificulta el paso de la luz, impidiendo la visibilidad de la flora y fauna marinas. Con la boya Mini Wave como centro de alimentación y conectividad, los operadores podrán acceder a las mediciones de los sensores de turbidez instalados en los amarres inteligentes a través de la interfaz de hardware abierto de Bristlemouth, que ofrece funcionalidad plug-and-play para sistemas de detección marina. Los datos se recopilan y transmiten en tiempo real, lo que permite monitorizar la turbidez de forma continua durante las operaciones de dragado.
Fecha de publicación: 7 de noviembre de 2022